Nuestro 6° dia en Senegal amanecio mas fresco que de costumbre, lo que significa que solo hizo tres veces mas calor que en Andalucia.
Para desayunar nos fuimos a Londior, donde tendriamos que haber dormido la noche anterior. Londior es una aldea africana en toda regla, tal y como te la imaginarias: casitas con techo de paja, gallinas, cabras, vacas pastando alegremente por todas partes... Y lagartos tamaño brazo de gitano. El centro de la aldea es un gran pozo tan profundo que casi no se ve el fondo. Pero sobretodo, lo que habia por todas partes eran niños. Es curioso como les llamamos la atencion, algunos se asustan y otros no nos sueltan de la mano. Los Toubap somos la atraccion de feria.
La acciones de MADafrica en Londior fue la puesta en marcha de un centro de transformacion de cereales, junto con AFEE (Asoc. Femmes, Enfants et Environment). Alli son las mujeres las que se encargan de moler el grano, transformandolo en harina y posteriormente en couscous. Este centro y su maquinaria permite a las mujeres realizar su trabajo en mucho menos tiempo, dejandoles mas tiempo para sus familias.
Luego fuimos a una aldea cercana llamada Mengal a ver un centro de salud donde se conciencia sobre planificaciom familiar, anticonceptivos, prevencion de enfermedades y nutricion. De esto ultimo asistimos a un taller en el que se les explicaba a las madres la importancia (ZAS, bicho muerto) de la alimentacion de los niños pequeños y les daban de desayunar.
Volvimos a Londior para asistir a una asamblea que congregaba a los ancianos y las mujeres de los pueblos de alrededor ( y como un millon de niños ). Fue una ceremonia llena de agradecimientos y danzas (no pueden faltar) que termino subitamente cuando llego la lluvia ¿otra vez? Digo pisha ¡otra vé!
Cuando amainó fuimos a almorzar el tradicional Tiébou Ndieune, que significa paella en senegales.
Deapues de comer y lo que conlleva: el té, los bailes, los agradecimientos...) recogimos los bartulos (ZAS! Joé con los bichos) y nos dirigimos a Dioroup, a una comunidad catolica Serere que nos ha recibido con musica y la celebracion de una misa al atardecer, justo antes de que llegara la septima plaga biblica con una ola de bichos cuyo nombre cientifico es cucarachus aladus y alos que llamamos con cariño vuelarachas.
Por suerte esta vez tenemos las mosquiteras montadas (Zasca! Vuelaracha muerta). Otra noche, otra aventura. Con esto nos despedimos esperando a que llegue la cena, a ver qué nos espera mañana.
PD: Arumba rumba rumba tarará, las canciones y los ritmos nos salen de nuestras cabezas, tienen una sola cancion que dura 24 horas!)
Por Manolo y Mariri (m&m's)
